La Iglesia antigua
En la segunda mitad del siglo XV, porque el templo antiguo se desmoronó o resultara insuficiente, los caleruelos de entonces abordaron la empresa de levantar una iglesia espléndida, amplia, esbelta, expresión plástica de la grandeza espiritual de aquellos hombres.
Demolido totalmente aquel templo y aprovechando de él muchos elementos se proyectó el nuevo según los cánones de un estilo gótico tardío, que daba paso al renacentista, Su descripción se puede resumir así:
Construcción de mampostería, dispuesta en una nave rectangular, con altos contrafuertes del gusto de la época, y ábside poligonal de cinco paramentos. En cifras diríamos, contando el grosor de los muros, que es un edificio de 30 metros de largo, 12'50 de altura y 13 metros de ancho, estrechándose en el ábside a 9 metros. Todo esto nos revela la construcción del ábside de 11 metros de largo y del ancho y alto ya indicado, cubierto con bóveda tabicada, conquiforme, vistosa y bella. Conviene hacer constar que de entre todos los edificios religiosos de la comarca este ábside es lo más antiguo que se conserva.
Ignoramos la causa por la que aquí cesó aquel magnífico proyecto, dejando dispuesto para un futuro más feliz el arranque de los muros que darían pie a la nave y el remate del airoso arco que separaba ésta del ábside. La realidad es que la nave se redujo a un local de 6'70 metros de ancho, 6'25 de alto y 19 metros de largo, edificado con harta vulgaridad y ordinariez, sin más luz que la de una ventana cubierta con un techo de maderas. En la fachada Oeste está la portada principal de clara línea gótica con sencillas molduras. Sobre la fachada se levanta la espadaña de ladrillo macizo de tejar. Es de dos cuerpos, en el primero se abrían tres arcos semicirculares para las campanas; el segundo lo constituye un frontón de lados ligeramente acombados con un arco semicircular en el centro para campanillo, dos bolas a los lados y otra en el remate con una cruz. Al sur se abría otra puerta de ningún interés. Lo que sí llamaba la atención es el pórtico que corría sobre columnas de perfecta ejecución, delante de las dos puertas por las fachadas O. y S. Parece ser que con el esmero que se vuelve a apreciar en la fachada y pórticos repararon la tosquedad volcada sobre la nave.
En el auto de 1575 se ven las gestiones que se llevan a cabo con el pintor de Ávila, Diego de Rosales, respecto a los retablos que hay en el presbiterio. El retablo mayor se trajo de Ávila en 1582. En el auto de esta fecha se especifica que el mismo que le hizo le pintó, lo que costó traerle de Ávila y asentarle. Los dos retablos que hay a cada lado del presbiterio son exactos, de estilo clásico renacentista, mientras que el mayor es de un plateresco admirable.
El retablo
"INFLUENCIA DE BERRUGUETE EN UN RINCÓN TOLEDANO: CALERUELA"
AUTORES: María Concepción Calvo Núñez y Elesbán García Rincón
INTRODUCCIÓN
Caleruela, pequeñísimo pueblo toledano, está situado en el oeste de la provincia, ya en el límite con Cáceres. Pueblo que, al igual que otros muchos de la meseta castellana, sufrió en sus carnes la despoblación de los años sesenta, cuando la mayor parte de sus habitantes abandonan sus pequeñas heredades y marchan a la ciudad atraídos por un trabajo más cómodo y rentable.
Para ampliar la información ver artículo adjunto.
EL Punto Moruno
El bordado de "punto moruno" de Caleruela, pertenece a la clasificación de bordados moriscos, fusión de diferentes corrientes y estilos que el bordado hispano afianzará a partir del siglo XVI. Este bordado comenzó a realizarse en épocas posteriores a la toma de Granada por los Reyes Católicos y duró su tradición hasta la expulsión de los moriscos en el siglo XVII. Esta técnica a "hilos contados" de raigambre hispanomusulmana se perpetuará en Caleruela a través de los siglos, sin haber entrado en la comercialización masiva que tendrán a comienzos del siglo XX los bordados toledanos. De la antigüedad del "Punto Moruno" queda constancia en muestras conservadas en diversos museos e instituciones españolas, donde se conservan piezas de este bordado propio de Caleruela datadas entre los siglos XV-XVI.
La técnica empleada en este bordado de Caleruela es el punto cruzado de espiga u oriental, con revés de cuadros correspondiendo a un diagrama exclusivo. Es un bordado a “dos caras” es decir de igual forma, en derecho y revés y se realiza en telas muy finas o lienzo casero. Los motivos en este bordado suelen ser pequeñas almenillas, el acicate y elementos geométricos de estilo musulmán o mudéjar, incorporando elementos góticos de carácter hispano, como crucetas cuadrifoliadas formando celosías, rombos, arquerías mitradas en crestería de influencia renaciente, etc., lo que atestigua el carácter morisco de este bordado, su antigüedad y evolución.
Será por su peculiaridad y por la pureza en que se mantenía el “punto moruno” fuera de la red comercial que imperaba en aquellos años, el motivo por el que en la primera década del siglo XX, Zenobia Camprubí, -esposa del poeta Juan Ramón Jiménez- contacta con artesanas de Caleruela buscando, como ella misma cuenta: "A mí me interesaron especialmente los bordados y lamentando en contraste entre los viejos modelos conservados en los museos o colecciones particulares y el trabajo ramplón y embastecido de las actuales [labores] …emprendí una tarea de retorno a las antiguas y perfectísimas labores", crea una empresa en 1928 en Madrid que se llamó: Arte Popular Español, donde se vendían bordados por cuya razón, contacta con la empresaria en bordados Dña. Cruz Rincón García y la costurera Bonifacia Rincón Martín, ambas de Caleruela, con la intención de crear una escuela de bordados y abastecer los pedidos de su empresa. De esta forma, el bordado de "Punto Moruno" que en aquel entonces habría caído en cierta decadencia, vuelve a revitalizarse, componiendo entre todas las asociadas nuevos diseños, recurriendo a museos e incluso, -según tradición oral- sacando modelos de un plato que procedente del norte de África que un funcionario consular había regalado a Zenobia con el fin de recuperar fielmente la técnica y la iconografía del prestigioso "punto moruno" de Caleruela.
Es pues una labor nacida en Caleruela que sólo las maestras artesanas, mujeres bordadoras de este pueblo la saben ejecutar, haciéndolo con verdadero primor. Dada su dificultad y la época que vivimos, podemos considerar este bordado y esta técnica como una joya artística que no debemos dejar extinguirse, dado que es una de las señas de identidad de nuestro pueblo y de prestigio dentro de los bordados de la escuela toledana.
El cementerio
El cementerio estaba en un principio ubicado en el lado izquierdo adyacente a la Iglesia Parroquial, este primer emplazamiento se abandonó en el año 1895 para construir uno nuevo, el actual, alejado del casco urbano. En el año 1927 sufrió una primera ampliación que fué complementada en el año 1955 tras sufrir graves deterioros el conjunto por la caida de un rayo en una de las cruces de forja que remataban sus esquinas. En 2008 se acometió su ampliación en una forma más racional, moderna y funcional contando en la actualidad con nichos y sepulturas perfectamente distribuidos y conformados y con la idea de complementarlo con columbarios, debido a la cada vez más frecuente opción de las incineraciones.
El Pozairón
Miguel Salas Parrilla en su libo titulado “AIRÓN Dios Prerromano de Hispania” en su página 85 comenta:
“César Pacheco manifiesta que en Caleruela, cerca de Talavera de la Reina (Toledo), existe un pozo al que se le conocía, desde siempre, como pozo Airón. Es una construcción de piedra berroqueña, de buena factura y forma rectangular, cubierta con bloques de granito para proteger el pozo de donde se sacaba el agua. Al lado tiene un pilón rectangular que sirve de abrevadero. Se encuentra a las afueras del pueblo, junto a un camino que va hacia el Este. Las coordenadas U.T.M. son: X 307612, Y 4416636.
La Cruz de las Viñas
Crucero de piedra de estilo gótico-renacentista levantado en el año 1734 según la inscripción en uno de los escalones que conforman su basamento. Estas cruces solían colocarse a las entradas/salidas de los lugares y posiblemente para indicar el camino a otros lugares de culto. Su nombre popular "Cruz de las Viñas", posiblemente se deba a que en los terrenos colindantes la viña era antiguamente un cultivo prioritario según se puede también deducir por el libro de las primeras Ordenanzas de Caleruela de las que tenemos conocimiento y cuyo original se encuentra en el Archivo Municipal.
Pozo Aldea
Conjunto formado por el pozo, de forma rectangular y varias pilas cerrando el espacio al cauce del arroyo de su nombre, todo él realizado en granito y cuyo año de construcción es desconocido. Cuando antiguamente se utilizaba era más que nada para lavar la lana de los colchones y las tripas de los cerdos en las matanzas para luego embosar y hacer los chorizos y otro embutidos, tan apreciados y que por desgracia actualmente pocas familias siguen haciendo.
Pozo del Concejo
Brocal de un antiguo pozo, en granito, de una sola pieza y con la incripción "Pozo Conzejo". Estaba situado en el camino del Cañaveral a la sombra de un enorme granado y era de todos conocido como "Pozo de las culebras". Hoy se encuentra ubicado en la pradera de la Piscina Municipal, con lo que se pretende a la vez que decorar, preservarle del deterioro y de la rapiña.
El pozo de las Eras
Uno de los pozos comunales que existen en el Municipio. Éste, de una bella factura con el brocal compuesto por cuatro losas de granito se encuentra situado por debajo del de la Plaza del Pilón y aún suministra a los vecinos gran cantidad de agua fresca y cristalina. Según reza en uno de sus laterales fue construido en el año 1898, siendo Alcalde Cándido Rincón y en un principio estaba rodeado por cuatro o más pequeñas pilas (según algunas versiones hasta siete) igualmente de granito, para diversos usos, actualmente y por causa del expolio quedan sólamente dos y en muy mal estado.
El Pilón
Construido en 1908, siendo Alcalde Joaquín Núñez, forma un perfecto conjunto de lo que se entendía por un servicio comunal, en este caso para abrevar el ganado y para que las mujeres recogieran agua en los cántaros para su uso doméstico. Todo él realizado en granito blanco, con la piedra perfectamente labrada y ensamblada lo que le permite mantener una estanquidad total a pesar de los años transcurridos desde su realización. Destaca también la forma proporcionada y armoniosa de los dos vasos el rectangular y el circular, todo un conjunto rodeado por losas del mismo granito para preservar la formación de charcos y proteger el entorno.
En la cabeza del pilón dos caños mantienen, aunque últimamente con dificultad por las sequías, el nivel en los dos vasos. Estos caños se alimentan del agua que mana de la "madre del pilón", situada a unos 250 metros, el la calle Eras, frente al parque que allí se encuentra y cuyo agua llega hasta los caños a través de su antigua conducción.
En un principio el pilón se rellenaba, cuando era necesario, con el pozo que se construyó junto a él y que estaba oculto dentro de la caseta que protegía el motor.
Pozos del Pradejón
Era el lugar preferido por las mujeres de Caleruela para realizar la colada, aún a pesar de la distancia a que se encuentra del pueblo, mas de medio kilómetro. El prado que es municipal estaba rodeado de álamos y en él se hallaban los dos pozos, muy parecidos en tamaño y formación, de más o menos 3 metros de diámetro con el brocal formado por losas rectangulares de piedra y acerado también de piedra. Alrededor de cada pozo se situaban las pilas de granito, casi todas ellas con las iniciales de la familia propietaria grabadas, y todo alrededor era una pradera que se mantenía verde y húmeda durante todo el año por efecto de las ropas que se tendían en ella a secar.
Durante la década de los 60 se construyó junto a ellos el primer depósito distribuidor de caudal para el suministro del agua corriente a los vecinos de pueblo, agua que llegaba hasta este depósito impelido por una motobomba desde el pozo de Pusa. Actualmente está en desuso.
El Pozanglo
Otro de los pozos comunales que aún se conservan, si bien éste está prácticamente seco y su interior lleno de piedras y con una higuera que ha nacido en su pared interior. Se encuentra en el margen derecho del Arroyo del Molinillo y es un pozo de aproximadamente tres metros de diámetro formando su brocal losas de granito en perfecto estado que se complementan con un acerado también de losas (como gajos de naranja) del mismo granito y dispuestas radialmente. A su alrededor hay varias pilas igualmente de piedra que antiguamente eran usadas para lavar.
Calle Pozo Nuevo
Vivienda de 2 alturas situada entre medianeras. Se compone de un volumen de planta rectangular, a uno de cuyos lados se encuentra situado el acceso del portalón a través de un arco carpanel cubierto en planta alta. El tratamiento de huecos es regular. Existe una simetría central (en la parte que corresponde a vivienda) que mantiene verticalmente los ejes de todos los huecos.
Tratamiento de la fachada con mampostería (de llaga destacada claramente por el mortero) y pilastras sobresalientes, formando una malla que destaca las jambas de los huecos y queda finalizada en el vuelo del alero formando los canecillos del mismo. Rejería en todos los huecos y balcón cubriendo el hueco de entrada.
La vivienda tiene una fachada lateral hacia la entrada del portalón, pasada la troje, formada por unos soportales sobre cuatro arcos carpaneles y pilares dóricos de piedra.
Edificio catalogado en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Interés Histórico Artístico del Ministerio de Cultura en el año 1980.
Calle Fraguas
Vivienda de 2 alturas con sótano situada entre medianeras y construida en 1928. Está compuesta de un volumen de planta rectangular, a uno de cuyos lados, el derecho, se encuentra situado el acceso del portalón, que a la vez sirve de entrada principal a la vivienda, a través de un arco carpanel doble, el exterior en piedra finamente trabajada y el interior de ladrillo, cubierto en planta alta. El tratamiento de los huecos es regular. Existe una simetría central (en la parte que corresponde a vivienda) que mantiene verticalmente los ejes de todos los huecos, incluido el del ventanuco de la cueva.
Tratamiento de la fachada con mampostería (de llaga destacada claramente por el mortero) y pilastras sobresalientes en planta alta, formando una malla que destaca las jambas de los huecos de la planta alta. Rejería en todos los huecos de la planta baja y balcón abriendo el hueco central de la planta superior.
La vivienda, al igual que la de la calle Pozo Nuevo, tiene una fachada lateral desde la entrada del portalón, pasada la troje, y que está formada por unos soportales sobre cuatro arcos carpaneles y pilares dóricos de piedra que acompañan al patio empedrado de grandes losas y que da acceso a las cuadras.
Casa del Curato
Edificio de dos alturas situado entre medianeras, de planta rectangular, con cubierta a dos aguas de teja cerámica.
Destaca su modo de construcción realizado en mampostería enripiada y refuerzos de sillería en las esquinas.
La fachada es muy cerrada, ya que sólo tiene en planta baja un
hueco de ventana de tamaño normal y dos pequeños ventanucos, mientras que en la planta alta sólo existen dos muy pequeños. Todos los huecos están recercados con grandes jambas y dinteles de piedra.
La pequeñez de sus huecos y solidez de la construcción, hacen suponer un origen distinto al del uso de vivienda (posiblemente pósito o granero).
Tiene unido al cuerpo central otro más bajo, realizado con mampostería y adobe en cuyo cerramiento se sitúa un gran portalón recercado con piezas de piedra enterizas.
Edificio catalogado en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Interés Histórico Artístico del Ministerio de Cultura en el año 1980.